domingo, 2 de agosto de 2009

Artículo del módulo EATIC

Enseñar y aprender con tecnologías

Como profesional vinculada al área educativa, una de mis preocupaciones teóricas más frecuentes está vinculada con el análisis de la situación didáctica. La didáctica, como definida como teoría de la enseñanza, es una disciplina que estudia las relaciones que se establecen el docentes, los alumnos y el conocimiento, es decir, dentro de la tríada didáctica. Me experiencia me ha llevado a reflexionar sobre las relaciones que se dan dentro de esta tríada en los contextos de aula, es decir, presenciales. Sin embargo, cursar la diplomatura en Nuevas Tecnologías y Educación me da la posibilidad de ampliar mi mirada para pensar qué pasa con los procesos de enseñanza y aprendizaje en los contextos virtuales, donde ambos procesos van a estar mediados por la tecnología. Y esta reflexión está, a su vez, mediada por mi propia experiencia ya que, por un lado, la diplomatura está destinada a que como profesional pueda incorporar los beneficios de la tecnología a la planificación de los procesos de enseñanza pero, por otro lado, me coloca en lugar de alumna y de esta manera experimento personalmente las similitudes y diferencias de aprender en contextos presenciales y virtuales.
Con el objetivo de profundizar en estas temáticas, analizaré el concepto de enseñanza para pensar cómo la incorporación de tecnología incide en la planificación y en la puesta en marcha de la labor docente. También tomaré el concepto de aprendizaje para analizar qué cambios cognitivos se producen al incorporar tecnología al proceso educativo.

Acerca de la enseñanza y el aprendizaje.

Una de las definiciones de enseñanza más acabadas y utilizadas en el ámbito de la educación es la desarrollada por Fenstermacher quien brinda la siguiente definición genérica de este proceso:

1- Hay una persona, P, que posee cierto
2- Contendido, C, y
3- trata de transmitirlo o impartirlo a
4- una persona, R, que inicialmente carece de C, de modo que
5- P y R se comprometen en una relación a fin de que R adquiera C.

Fenstermacher afirma que no existe una relación causal entre la enseñanza y el aprendizaje sino una relación ontológica. Esto significa que no podemos hablar del proceso de enseñanza-aprendizaje porque se trata de dos procesos diferentes y el docente, con su labor, no mejora directamente el rendimiento del aprendizaje sino que apoya el deseo del alumno de “estudiantar”, es decir, de ser estudiante.

En este sentido el autor advierte que “hacemos desempeñar al término “aprendizaje” una doble tarea, usándolo algunas veces para referirnos a lo que el estudiante realmente adquiere de la instrucción (rendimiento) y otras para referirnos a los procesos que el estudiante usa para adquirir el contenido (tarea). Debido a que el término “aprendizaje” funciona tanto en el sentido de tarea como en el de rendimiento, es fácil mezclar ambos y sostener, por lo tanto, que la tarea de la enseñanza es producir el rendimiento del aprendizaje, cuando en realidad tiene más sentido sostener que una tarea central de la enseñanza es permitir al estudiante realizar las tareas del aprendizaje”. Es decir, el deseo de aprender está en alumno y el docente tiene que establecer las condiciones como facilitador para que ese aprendizaje sea posible.

Por supuesto, la concepción de aprendizaje que sostengamos va a depender de la corriente de la psicología educacional que nos sirva de marco de referencia para entender este proceso. Y cómo entendamos este proceso va a ser clave para posicionarnos como enseñantes que planifican situaciones de enseñanza, ya sea con o sin el uso de la tecnología.

El concepto de estrategia de enseñanza puede ser un concepto clave analizar estas relaciones: “Las estrategias suponen la anticipación de un plan que permita aproximarse a los objetivos propuestos (…). Este plan incluye las actividades del profesor y las del alumno en relación con un contenido por aprender y los propósitos específicos con respecto a ese aprendizaje, contemplando las situaciones didácticas que han de proponerse, los recursos y los materiales que han de servir para tal fin”(Soriano y Probe). La implementación de estrategias de enseñanza implica un espacio de decisión. “Estas decisiones comprometen propósitos y valores que evidencian una forma particular de entender la enseñanza, el aprendizaje y el contenido que se enseña” (Soriano y Probe). Como sostuve, las estrategias implementadas por el profesor estarán en relación con una forma particular de entender el conocimiento (ya sea como entidad abstracta, como instrumento o como producto de un proceso) así como también el aprendizaje. Pozo afirma que cada corriente de la psicología educacional define al aprendizaje de diferentes maneras. Tradicionalmente, la corriente conductista parte de una concepción memorística y asosiacionista del aprendizaje. Sin embargo, la corriente cognitiva permitió concebir una nueva forma de entender el aprendizaje en donde el sujeto asume un papel más activo en la construcción del conocimiento. De esta manera, la corriente constructivista considera que el aprendizaje es un proceso interno de reorganización, que las estrategias más eficaces para producirlo son aquellas que generan contradicciones o conflictos cognitivos y que se favorece por la interacción social.

Ahora bien, ¿Cómo incorporar las nuevas tecnologías a nuestras estrategias de enseñanza? ¿Con qué objetivos las debemos incorporar? Si la enseñanza es un proceso que tiene como resultado facilitar el aprendizaje, ¿Qué consecuencias produce la incorporación de las nuevas tecnologías en el aprendizaje? ¿Qué diferencias existen entre trabajar con nuevas tecnologías en situaciones de enseñanza presenciales y en diseñar situaciones de enseñanza a distancia, es decir, mediados totalmente por la tecnología?

Cuántas preguntas... Y qué difíciles son las respuestas porque, en realidad, todavía nos encontramos en una situación donde la investigación en torno a estas temáticas es prolífera y las respuestas son múltiples y complementarias.

Intentaré ensayar algunas respuestas a modo de cierre personal, pensando también que el aprendizaje es una situación de reconstrucción continua y que mi paso por la diplomatura me posibilitará seguir pensando y construyendo aproximaciones sucesivas sobre estos fenómenos tan importantes para quienes trabajamos en el área educativa.

En cuanto a la enseñanza, a los docentes la incorporación de nuevas tecnologías nos plantea grandes desafíos ¿Para qué voy a pedir a mis alumnos que indaguen en Internet? ¿Por qué proponer una investigación a partir de la presentación de una WebQuest? ¿Por qué voy a introducir el uso de la planilla de cálculo o del procesador de texto en mis clases? Como la introducción de cualquier otro recurso, pensar en incorporar nuevas tecnologías a nuestras estrategias de enseñanza implica tal como lo manifiestas Probe y Soriano, tomar una clara decisión sobre cómo entendemos la enseñanza y el aprendizaje y cómo pensamos que las tecnologías van a facilitar el aprendizaje y el deseo del alumno de “estudiantar”.

En cuanto al aprendizaje, mi experiencia como alumna en me llevó a reflexionar sobre la responsabilidad y compromiso que implica desempeñar este rol en un ámbito virtual. En este ámbito el deseo de ser estudiante es fundamental para que se produzcan cambios cognitivos en la persona que se desempeña en el rol de alumno así como también el trabajo colaborativo.

Artículo del módulo BATA

Uniendo realidades: el blog como espacio virtual de encuentro

Desde hace más de tres años trabajo en una ONG que implementa programas de promoción de la lectura y alfabetización en instituciones de educación formal y no formal en todo nuestro país. Específicamente mi tarea es capacitar y acompañar el desarrollo de los programas a través del asesoramiento pedagógico a distancia. Es decir, la multiplicidad de proyectos y las distancias hace que mi trabajo esté vinculado con apoyar un proceso de capacitación permanente a través de medios tales como el teléfono y el correo postal y electrónico.

El año pasado coordiné un proyecto que tenía como objetivo armar un espacio de lectura destinado a niños y jóvenes en una biblioteca de 57 localidades de nuestro país. No era una tarea sencilla porque partíamos de diferentes realidades: algunas eran bibliotecas populares, otras municipales; algunas contaban con gran cantidad de personal y otras con un único bibliotecario; en algunos casos los edificios donde funcionaban contaban con el espacio suficientes como para armar este rincón de lectura y otras no; en algunos casos había bibliotecarios recibidos y en otros gente con muy buena voluntad pero sin formación académica. El desafío era ayudar a las instituciones a transformar su rol en la comunidad: ya no solo como “guardianas de los libros” sino como promotoras y referentes comunitarias de la lectura.

La capacitación inicial presencial del programa fue reveladora: los integrantes de las bibliotecas valoraron esta instancia como la posibilidad de intercambiar experiencias, recibir sugerencias y conocer otras realidades. Y el pedido era unánime: volver a repetir esta instancia. Pero no era fácil cumplir este pedido porque los costos y las distancias eran muy grandes. Ahí surgió el interrogante, ¿Cómo hacer para que se sientan parte de una comunidad? ¿Cómo generar un espacio de intercambio estando cada biblioteca tan alejada? La respuesta fue… “¿Y si probamos con un blog?”

¿Un blog? No no, fue mi primera respuesta…No van a participar…Además, nunca creé un blog y no me siento cómoda con el uso de esta herramienta. Pero….Después de pensar en las posibilidades que podría brindarme lo intenté…Pidiendo ayuda, por supuesto.

A un año de este proyecto puedo hacer una evaluación de la inclusión de esta herramienta de intercambio. Además, mi participación en la diplomatura me brinda muchos más conocimiento para hacer este análisis y la posibilidad contar con este espacio para reflexionar en este blog sobre el uso del blog (instancia metacognitiva).

La participación en el blog fue considerable aunque medió una instancia que podría llamar de alfabetización digital: si bien la mayoría de los bibliotecarios tenían acceso a internet y manejaban el uso del correo electrónico eran muy pocos los que habían experimentado con herramientas de interacción y trabajo colaborativo. En este sentido, mi tarea consistió en presentarles el espacio, enseñarles cómo usarlo y mostrarles las posibilidades de intercambio y encuentro que esta herramienta nos facilitaba.

El grado de apropiación del espacio dependió fundamentalmente de dos factores interrelacionados: por un lado, el grado de apropiación que los usuarios tuvieran del manejo de Internet y en particular de las herramientas de la web 2.0 y, por otro, la conectividad. Es increíble pensar que en gran parte de nuestro país las personas tienen dificultades para conectarse.

Lo cierto es que luego de esta experiencia algunas bibliotecas comenzaron a reconocer el valor agregado que el uso de esta herramienta aportó al proyecto de promoción de la lectura y muchas comenzaron a abrir sus propios blogs.

¿Por qué resultó tan interesante e enriquecedora la inclusión de un blog? Porque como puede experimentar al animarme a crear ese blog, el uso de las herramientas no requiere poseer ningún conocimiento especial, la publicación es fácil y permite crear conversaciones y diálogos en redes. Muchos bibliotecarios aprendieron a dejar sus mensajes, fotos y se apropiaron del blog como lugar de encuentro en donde intercambian prácticas y sugerencias.

Como lo afirman Romani y Kuklinski en su libro Planeta Web 2.0, una de las ventajas del entorno Web 2.0 es que los usuarios actúan de la manera que lo deseen: en forma tradicional y pasiva (navegando por los contenidos) o en forma activa, creando y aportando sus contenidos. En este sentido, algunos bibliotecarios solo se dedicaron a leer los posteos y otros a participar activamente. La inclusión del blog evidenció algunos principios constitutivos de las aplicaciones Web 2.0: la World Wide Web como plataforma, el aprovechamiento de la inteligencia colectiva, las experiencias enriquecedoras del usuario. Castelles afirma que el caso de Internet es muy interesante de analizar porque “la tecnología es apropiada y redefinida por sus usuarios, de esta forma, las nuevas tecnologías son procesos para ser desarrollados”, tal como sucede en el caso de los blogs en donde se ponen de manifiesto la escritura colaborativa, base de la intercreatividad.

Estamos frente a nuevas oportunidades de generar y distribuir el conocimiento. El blog (como otras herramientas de la Web 2.0) posibilitan experiencias de intercambio y trabajo colaborativo que sería imposible sostenerse desde otros espacios. Es la posibilidad de funcionar como registro permanente y banco de datos en las manos de usuarios capaces de presentar (en distintos formatos) un punto de vista diferente, formar redes y generar espacios colaborativos y de análisis basadas en el principio de la reciprocidad.

Mi experiencia fue positiva y me ayudó a conocer (a partir del uso) los beneficios de la inclusión del blog en mi propuesta de asesoramiento. Por supuesto, conocer nuestro país y las desigualdades entre las personas y las regiones me abre otros interrogantes: ¿Qué posibilidad de apropiación tiene una persona que vive en un pequeño pueblo del norte de nuestro país cuya conexión a internet es intermitente y, en muchos casos, inexistente? Esta es una cuestión que espero nunca dejar de tener en cuenta cuando analizo los beneficios de la inclusión de este tipo de aplicaciones.